El contrato tendrá una duración de cinco años y entrará en operación dentro de los próximos tres meses.
Embonor y Andina aceleran su incursión en el negocio de los alcoholes. Las embotelladoras de Coca-Cola anunciaron esta mañana que suscribieron un acuerdo con Cervecería Chile (Cervecería AB InBev) para distribuir los productos de la firma belga cuyo portafolio está conformado por marcas como Corona, Stella Artois, Budweiser, Becker, Báltica, Cusqueña, Km 24.7 y Quilmes, entre otras.
El acuerdo considera todos los canales, supermercados, tradicional y horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías) a lo largo del país, exceptuando las regiones de Arica y Parinacota (XV), Tarapacá (I), Antofagasta (II) y Atacama (III), donde la distribución se seguirá realizando tal como se ha hecho hasta ahora.
El contrato tendrá una duración de cinco años y entrará en operación dentro de los próximos tres meses.
En materia de ventas, la chilena espera con este Contrato de Distribución se alcance un crecimiento superior al 10% respecto del volumen actual en Chile.
La firma precisó que la operación no requerirá inversiones importantes.
“Estamos dando un gran paso en la estrategia de crecimiento sostenible, orgánico y consistente que venimos desarrollando en los últimos años”, dijo Luis Vives, gerente general de Cervecería AB InBev.
El ejecutivo recordó que recientemente la compañía triplicó su producción, concretando una inversión por US$130 millones, la que permitió modernizar su cervecería de acuerdo a estándares internacionales de sostenibilidad. “Este acuerdo es una nueva muestra del compromiso y confianza en el país”, dijo.
“El principal beneficiado con este nuevo paso es el consumidor. Lo que buscamos es lograr mayor capilaridad con los clientes que venden nuestros productos a lo largo del territorio nacional, dotar de mayor competencia al mercado y así beneficiar tanto a los consumidores finales como a las comunidades que componen nuestro ecosistema en Chile”, explicó Vives.
Más mercados
No es la primera aproximación de Coca-Cola y los alcoholes en el país. El año pasado, Andina anunció que estaba en negociaciones con las empresas Cooperativa Agrícola y Pisquera Elqui y Viña Francisco de Aguirre para distribuir los productos de estos últimos, en el territorio nacional.
“Nos definimos como una compañía total de bebidas y eso quiere decir que queremos estar en la mayor cantidad de ocasiones de consumo de las personas”, dijo el año pasado Daniel Vercelli, vicepresidente de Operaciones Latinoamérica Sur de Coca-Cola, tras participar el Congreso de Ventas de Icare.
Con ese norte, el ejecutivo no descartó que se puedan ir sumando otros productos o categorías al portafolio de la marca.
“Todo tiene oportunidades de crecer y profundizarse. Sabemos que las preferencias de los consumidores se han ido fragmentando y eso va a seguir ocurriendo, con lo cual las categorías que vemos hoy no necesariamente son todas las que van a estar presentes en el futuro; puede que haya algunas que vayan a crearse y puede que algunas vayan a desaparecer”, afirmó.
Más allá de las embotelladoras que tiene, Coca-Cola ha empezado a mirar cada vez con mayor atención el negocio del alcohol. En 2018, la marca estadounidense marcó un hito y por primera vez en sus 138 años de historia lanzó una bebida alcohólica, concretamente en el mercado japonés.
Fuente: Pulso
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