Wilefko o “Brillo de Agua” en lengua Mapudungún, es una startup chilena que inventó un motor de ola capaz de transformar miles de impactos en un movimiento contínuo para generar electricidad. Su tecnología se puede aplicar para bombeo de agua, suministros de aire, energía eléctrica y/o desalinización de agua de mar.
La “energía undimotriz”, también conocida como “olamotriz”, es la que permite la obtención de electricidad a partir de energía mecánica generada por el movimiento de las olas.
Con esta idea nació Wilefko, cuya palabra en mapudungún, la lengua del pueblo Mapuche, significa “brillo de agua”. La iniciativa surge tomando en cuenta algo bastante revelador: los 4.200 km de costa de Chile poseen una potencia entre 160.000 MW a 240.000 MW.
Esto es equivalente a 12 veces la potencia instalada de todo el país. “Por lo tanto, es una oportunidad única para explotar un recurso abundante, desaprovechado su uso alternativo y distribuido a lo largo del país, con una disponibilidad del recurso energético del 50%, que es 30% superior a la eólica y 50% sobre la solar”, cuenta Eduardo Egaña, CEO de Wilefko.
Según sus creadores, esta tecnología puede perfectamente entregar energía limpia a los procesos productivos de la minería. “Hemos demostrado empíricamente que podemos extraer de 1 Km de costa la cantidad de 175.000 MWh anuales, equivalente a una potencia de 20 MW”, agrega Egaña.
De hecho, los estudios de pre-factibilidad realizados para iniciativas en las regiones de Antofagasta y Atacama, en el norte de Chile, se estimó un precio propuesto del US$/MWh con tecnología Wilefko, fluctuaría entre 90US$/MWh a 45US$/MWh para potencia instalada de 1 a 10 MW.
“Es importante destacar que para todas estas iniciativas evaluadas, el despacho de energía es en la misma faena costera, es decir, usamos su borde costero, esto presenta una ventaja por la eliminación del costo de la transmisión en el precio final”, detalla Claudio Sala, business relation manager de Wilefko.
De esta forma, ya han logrado 20 iniciativas evaluadas a lo largo del país y dos extranjeras alcanzando una inversión de US$48 millones y 26MW de potencia instalada.
Esta startup ya consta con 26 profesionales y patente industrial en 27 países. Y lo interesante es que el almacenamiento de energía no contamina ni genera desechos tóxicos, y además, se puede producir desalinización.
“La ola en rompiente es una pared de agua, que se desplaza a 30 Km/h y es 800 veces más densa que el aire, por lo que puedes ‘ordeñar’ una misma ola en varias oportunidades”, explica el CEO de Wilefko.
Pero ¿Qué ha sido lo más difícil de emprender en esta aventura de innovación energética? Según Egaña, justamente la falta de información en la zona “rompiente”, la cual es la base para construir un modelo comercial. “Esto nos planteó un desafío adicional: determinar la dinámica de las fuerzas que interactúan, para lo cual se construyó un dispositivo para medir (Undimensor) que registrase la energía de las olas y cuantificar la energía existente, y así poder proyectar y diseñar un dispositivo Undimotriz comercial con el propósito de evaluar económicamente cada una de las iniciativas, que es el punto de partida antes de la prospección”, comenta el CEO de esta empresa.
Para saber más sobre el desarrollo de energías limpias en Chile, revisa el siguiente artículo.
Fuente: Hub Sustentabilidad