Tres décadas de continuidad y altos estándares han convertido al sistema de concesiones en un pilar clave para la infraestructura pública y la inversión en Chile.

Chile cuenta con uno de los sistemas de asociación público-privada más consolidados de América Latina.
En este blog experto, te contamos cómo, durante tres décadas, el modelo de concesiones ha permitido desarrollar infraestructura estratégica con altos estándares, mejorando la calidad de vida de las personas y fortaleciendo la competitividad del país.
Este avance no ha sido circunstancial: las concesiones se han mantenido como una política de Estado, sostenida y perfeccionada por sucesivas administraciones de distintos signos políticos, y ampliamente valorada por el sector público, privado y por organismos internacionales.
La adjudicación del Túnel El Melón en 1993 marcó el inicio de una trayectoria que Chile ha recorrido de manera consistente.
Desde entonces, gobiernos de diversas coaliciones políticas han impulsado nuevas obras, actualizado marcos normativos y fortalecido la institucionalidad del sistema.
Esta continuidad ha sido fundamental para entregar certezas a los inversionistas, disminuir riesgos, acelerar la ejecución de proyectos y asegurar la provisión de infraestructura esencial en todo el territorio.
Una política que trasciende los ciclos políticos
A comienzos de los años 90, Chile enfrentaba un déficit relevante de infraestructura.
El presupuesto del Ministerio de Obras Públicas —cercano a los US$ 200 millones anuales, de los cuales alrededor del 80% debía destinarse al mantenimiento de la Ruta 5— resultaba insuficiente para responder a las necesidades del país.
En este contexto, el modelo de asociación público-privada surgió como una solución estratégica.
Lo destacable es que esta visión fue asumida transversalmente: con el tiempo, las concesiones se consolidaron como una herramienta prioritaria para múltiples gobiernos, permitiendo sostener inversiones de largo plazo sin depender de los ciclos presupuestarios ni de los cambios de administración.
Asimismo, la existencia del sistema permitió que recursos públicos se destinaran a proyectos de alta rentabilidad social, pero sin atractivo privado, como los miles de kilómetros de caminos básicos e intermedios que conectan zonas rurales.
Esta continuidad constituye uno de los principales activos del modelo. Ha permitido garantizar reglas claras, contratos robustos y una institucionalidad confiable que, en conjunto, han posicionado a Chile como referente regional en infraestructura.
En esencia, la estabilidad del sistema responde a un consenso país respecto al rol estratégico de la infraestructura en el desarrollo nacional.
Resultados del sistema de concesiones de Chile
En 32 años, el sistema de concesiones ha movilizado más de US$ 32.600 millones a través de 110 contratos, que abarcan:
- 4.000 kilómetros de autopistas.
- 68 millones de pasajeros en capacidad aeroportuaria.
- 6.200 camas hospitalarias bajo administración concesionada.
- 21.300 plazas penitenciarias.
- Embalses y, recientemente la adjudicación de la primera desaladora multipropósito en la Región de Coquimbo.
Este portafolio refleja el desarrollo progresivo de una política de Estado en la que cada administración ha aportado nuevos proyectos, ajustes regulatorios y mejoras de gobernanza.
A ello se suma la presencia de 37 operadores internacionales provenientes de 16 países, la incorporación de tecnologías de última generación y la modernización permanente de los estándares constructivos y operativos.
Estos avances han sido posibles gracias a la estabilidad institucional del país y a la continuidad de la política pública, junto con el compromiso del sector privado y la capacidad técnica acumulada por el sistema a lo largo de tres décadas.
Un motor para la productividad y el desarrollo regional
La contribución del sistema va más allá de la puesta en marcha de obras. El modelo ha permitido anticipar inversiones, reducir tiempos de viaje, mejorar la logística y reforzar la competitividad de las regiones.
La expansión de la Ruta 5, el desarrollo de aeropuertos regionales y la implementación de hospitales concesionados son ejemplos concretos del impacto acumulado de esta política pública.
Una agenda que seguirá avanzando
Chile enfrenta nuevos desafíos en materia de infraestructura: adaptación al cambio climático, expansión ferroviaria, crecimiento urbano, mayor demanda por servicios públicos, construcción de nuevas desaladoras, proyectos de seguridad y mejoras de conectividad en regiones.
El modelo de concesiones, gracias a su madurez, experiencia acumulada e institucionalidad, está preparado para seguir ampliándose y responder a estas necesidades.
El Consejo de Políticas de Infraestructura estima que durante los próximos 30 años la inversión podría cuadruplicar lo ejecutado hasta hoy.
Para lograrlo, será fundamental mantener la coordinación público-privada, asegurar procesos competitivos y seguir perfeccionando los marcos regulatorios y mecanismos de gestión.
La evidencia muestra que Chile cuenta con una política de Estado sólida, estable y reconocida internacionalmente, que ha generado bienes públicos de alto impacto sin verse afectada por los ciclos electorales.
Esta estabilidad es uno de los atributos más valorados por los inversionistas internacionales y un pilar clave para el futuro del país.
Una alianza que seguirá impulsando el desarrollo
A más de tres décadas de su implementación, el sistema de concesiones se mantiene como una herramienta efectiva, madura y ampliamente validada.
Su éxito descansa en un principio fundamental: la infraestructura es un compromiso de largo plazo, liderado por el Estado y desarrollada junto al sector privado, que asume la construcción, operación y mantenimiento de las obras bajo estándares exigentes.
Esta articulación más allá de coyunturas políticas ha permitido consolidar un modelo estable, eficiente y orientado al servicio de las personas.
La continuidad del modelo permitirá seguir impulsando proyectos estratégicos, atraer inversión extranjera y mejorar la calidad de vida de las personas en todas las regiones. Chile ha construido una base institucional sólida y una visión de futuro que consolidan a las concesiones como un motor permanente para el desarrollo nacional.
Conoce más sobre el Sistema de Concesiones chileno en nuestra guía Cómo Invertir en Chile.


