El primer catastro nacional de plantas procesadoras de agua de mar reveló que la cantidad total de instalaciones en operación tienen una capacidad actual de 8.200 litros por segundo, la que, según el informe, podría triplicarse hacia 2028.
Como muchos países, en los últimos años Chile se ha enfrentado a una grave crisis hídrica, debido del déficit de lluvias y la consecuente sequía, que ha derivado en una disminución importante de este esencial recurso. En este contexto, el país ha impulsado la construcción de plantas desalinizadoras, buena parte de ellas vinculadas a los procesos de la gran minería, que es la principal fuente de ingresos de nuestro país.
Con el objetivo de medir los avances y proyectar la solución de adaptación hídrica a través de la desalinización en el país, la Asociación Chilena de Desalinización (Acades) y el Consejo Minero, en colaboración con el Comité Asesor Ministerial Científico para el Cambio Climático (C4) del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, elaboraron el primer catastro nacional de plantas y proyectos de desalinización de agua de mar con capacidad mayor a 20 litros por segundo (lt/s).
En el informe se detalla que existen 31 plantas de este tipo, tanto en funcionamiento como en etapa de proyecto, las que se desglosan en: 22 operando, 6 en construcción, 3 con aprobación ambiental y 12 en evaluación preliminar.
Además, se registra que la cantidad total de instalaciones que están en operación tienen una capacidad actual de 8.200 lt/s, la cual, según el catastro, llegaría a 25.000 lt/s si todos los proyectos llegan a materializarse entre este año y 2028. Este crecimiento, que triplica la capacidad actual, dependerá eso sí de la aprobación y ejecución de las más de 20 iniciativas que aún no están funcionando.
“Consideramos relevante dar a conocer la capacidad instalada de producción de agua desalinizada que tiene nuestro país, así como los diversos proyectos en desarrollo, porque demuestra el conocimiento adquirido respecto de esta tecnología, con sus alcances, complejidades y beneficios, y nos entrega una perspectiva positiva y esperanzadora para asegurarle a la población y a las futuras generaciones que podemos hacer frente al déficit hídrico que enfrentan muchas zonas del país producto del cambio climático, de manera responsable, confiable y eficiente”, asegura Alberto Kresse, presidente del Comité de Tecnología e Innovación y director de Acades.
La idea de catastrar las plantas y proyectos surge con motivo de la publicación del informe “Desalinización: Oportunidades y desafíos para abordar la inseguridad hídrica en Chile” del Comité C4, documento que aborda diferentes ámbitos de esta tecnología.
“Desde los años 90 se observa un incremento en el número de plantas desalinizadoras industriales en el norte del país. A pesar de ello, en Chile no existía una fuente de información oficial centralizada sobre los proyectos e instalaciones de desalinización, por eso este primer catastro es un tremendo avance. Tomando en cuenta la condición de escasez hídrica que sufre parte importante del país, la opción de la desalinización surge como una alternativa de adaptación”, agrega el director del Centro Global UC y científico del C4, Sebastián Vicuña.
Actualmente, en la Región de Antofagasta, al norte del país, existen 13 plantas desalinizadoras operando en diferentes sectores, mientras que en Atacama son cinco, Valparaíso cuenta dos y tanto Biobío como Magallanes poseen una. Próximamente se sumarán las regiones de Tarapacá, Coquimbo y quizás O´Higgins.
“Para Antofagasta la desalinización de agua de mar es esencial, pues provee de agua dulce a gran parte de su población e industria minera. Mientras que en Tarapacá y Atacama está cada vez tomando un rol más protagónico en el abastecimiento de agua para el consumo humano y distintas industrias”, sostiene María Paz Cerda, vicepresidenta de Acades.
La ejecutiva agrega que “en regiones como Coquimbo, Valparaíso y O´Higgins representan una luz de esperanza frente a la creciente escasez de aguas continentales, pues es una de las soluciones posibles que podría resolver en el mediano y largo plazo los problemas de abastecimiento de agua que enfrenta la población y las actividades productivas e industriales”.
Por su parte, Diana Ewing, business development manager de Engie Energía Chile, precisa que “si pensamos en las próximas décadas, el actual contexto de cambio climático y escasez hídrica que enfrentamos como sociedad, la desalinización de agua de mar es parte fundamental de las soluciones disponibles, con la capacidad y madurez tecnológica de satisfacer la demanda de agua fresca del crecimiento sostenible en el país. Y si bien hoy contamos con más de 20 plantas medianas o grandes, este volumen de nuevas fuentes de agua no es suficiente, hay zonas en las que el déficit hídrico solo podrá solucionarse a través de la desalinización”.
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Fuente: El Mercurio