El conversatorio organizado por InvestChile abordó la necesidad de incorporar a más mujeres al mercado laboral, donde las nuevas tecnologías y el talento digital presentan una alta demanda.
De acuerdo a un estudio de McKinsey para Chile, nuestro país será uno de los más afectados de la OCDE por la denominada Cuarta Revolución Industrial. Se espera que 3,2 millones de empleos podrían ser reemplazados por sistemas automatizados en las próximas dos a cuatro décadas. Sin embargo, mientras 75 millones de empleos se perderán de forma global, según el World Economic Forum, otros 133 millones serán creados.
Para conocer su visión sobre las oportunidades laborales, así como las prácticas que pueden promover el ingreso de más mujeres al mundo digital, el e-Seminar de InvestChile reunió en un panel de conversación a representantes de Fundación Kodea, ONU Mujeres Chile, Talento Digital y Equifax.
Mónica Retamal, directora de Fundación Kodea, afirmó que la pandemia apresuró el proceso de digitalización de las trabajadoras y trabajadores. “Teníamos datos de lo que iba a pasar en diez años más, que pasó este año. Efectivamente estamos frente a una digitalización masiva”, aseguró.
“Creemos que es importante no dejar a la mitad de la población afuera de esta transformación. Reentrenar y desarrollar las competencias de mujeres en el sector tecnológico es fundamental”, señaló María Inés Salamanca, coordinadora de ONU Mujeres Chile.
En Chile, menos de la mitad de las mujeres en edad de trabajar es parte del mercado laboral, por debajo de otros países vecinos. En tanto, el ingreso medio mensual de las trabajadoras es 32% menor que el de los hombres.
Estas cifras implican que más de 50% de las chilenas no son económicamente independientes, lo que muchas veces las sitúa, a ellas y a sus hijas e hijos, en una posición de vulnerabilidad. Para el país, en tanto, constituyen un potencial de talento perdido.
Oportunidades en la alta demanda TI
El panel abordó cómo el conocimiento de las nuevas tecnologías es esencial para el desarrollo y una oportunidad para las mujeres, debido a la alta demanda de personas cualificadas en estas áreas, cuyo déficit nacional alcanza el 30%.
Según datos del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, las tres carreras con mayor participación de mujeres continúan ligadas a las tareas de cuidados: Educación Básica, Educación Parvularia y Enfermería tienen una remuneración promedio al segundo año de egreso de $814.315. En tanto, carreras con alto porcentaje de hombres como Ingeniería Civil Eléctrica, Ingeniería Civil Electrónica e Ingeniería en Computación e Informática, tienen un ingreso promedio al segundo año de egreso de $1.408.522 pesos. Es decir, una brecha de $594.207 (-42,1% diferencia).
En este sentido, el panel coincide en que el camino a seguir es promover el acceso al conocimiento especializado a través de políticas públicas nacionales y de largo plazo, alineadas con el proceso de digitalización del sector privado, dando además visibilidad a quienes se desempeñan en estas áreas.
Si bien el 53% de las matrículas de Educación Superior corresponde a mujeres, datos del DEMRE señalan que solo una de cada cuatro ingresa a carreras STEM. Además, una de cada cinco se inscribe en carreras ligadas al área tecnológica.
“Tenemos que abordar, por ejemplo, las dificultades que enfrentan las mujeres para ingresar a carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés)”, sostuvo la representante de ONU Mujeres, haciendo hincapié en que “hoy solo el 30% de las personas que investigan son mujeres” y que “no avanzan con la misma velocidad en las carreras que los hombres”.
María Inés Salamanca precisó que debe existir una “política nacional de largo plazo para el fomento y desarrollo de habilidades tecnológicas” de mujeres y niñas, e hizo un llamado al sector privado a “desarrollar una hoja de ruta para la transformación digital que incluya la perspectiva de género”.
En tanto, Gustavo Rivera, director del Centro de Desarrollo de Equifax, empresa que se ha destacado por sus buenas prácticas laborales con enfoque de género, destacó el papel que juegan las empresas extranjeras en procurar el acceso de las mujeres. “Debemos migrar desde simplemente decir que no discriminamos por sexo, a efectivamente empujar en la dirección de que logremos insertar la equidad de género en nuestras compañías”, indicó.
Mónica Retamal, directora de Fundación Kodea, afirmó que “hay que poner también el acento en las y los trabajadores que se están incorporando y desarrollando. Hay que darles visibilidad”.
La importancia de la especialización fue reafirmada por Leslie Herrera, egresada del programa gratuito Talento Digital: “Existe la posibilidad de entrar a estos programas. Desde el punto de vista de las mujeres, todas podemos”.
InvestChile lanzó además el e-book “Mujer y Trabajo: Prácticas laborales de empresas extranjeras para cerrar brechas de género en Chile”, basado en la experiencia de compañías foráneas instaladas en Chile. Descárgalo aquí.