Varios países ya están tomando medidas para enfrentar este escenario, dando soporte a los inversionistas y a sus economías en general, o están planeando hacerlo.
Según un documento de la Unctad, 28 países ya han tomado medidas destinadas a crear un ambiente más propicio para los inversionistas extranjeros y también locales.
La inversión extranjera directa (IED) enfrentará un duro período a raíz de la propagación del Covid-19 en el mundo, con una baja de los flujos que podría llegar a 40% de acuerdo con las proyecciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés).
Varios países ya están tomando medidas para enfrentar este escenario, dando soporte a los inversionistas y a sus economías en general, o están planeando hacerlo. Según datos recogidos por la Unctad, 28 países han tomado 38 medidas, de las cuales 75% apuntan a crear condiciones de inversión más favorables para inversionistas extranjeros y también locales.
Las medidas de liberalización de las industrias se repiten en varios países. Grecia, por ejemplo, privatizó parcialmente el sector del gas natural, mientras que en India e Indonesia avanzaron con la liberalización de la minería del carbón y el sector financiero, respectivamente. Adicionalmente, China, Emiratos Árabes y Vietnam flexibilizaron algunas barreras de entrada para los inversionistas extranjeros.
De acuerdo a la Unctad, al menos la mitad de los países introdujo nuevas medidas para facilitar o promover la inversión. Por ejemplo, Argelia, Azerbaiyán, Colombia, Indonesia, Kenia, Panamá y los Estados Unidos implementaron o revisaron los incentivos en el régimen fiscal para promover la inversión. Macedonia del Norte, Omán, Ucrania y Uzbekistán adoptaron políticas para simplificar los procesos de inversión, como sitios web de inversión, ventanillas únicas o la implementación de una nueva legislación en zonas económicas especiales.
En la otra cara de la medalla, otras economías han aumentado sus barreras a la inversión extranjera en materias como el monitoreo de la inversión (especialmente en sectores considerados estratégicos).
De esa manera lo hizo Francia, que amplió su régimen para la evaluación de la IED entrante y el alcance sectorial de éste, al incluir numerosas actividades claves; Italia amplió los requisitos para el anuncio de nuevas inversiones y el plazo para los procedimientos de revisión de la IED; y Alemania está considerando reforzar sus regímenes existentes de revisión para la inversión extranjera. Otros países que también han adoptado medidas similares en las últimas semanas son Australia y España.
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