Chile está adoptando sistemas de energía distrital para satisfacer la demanda de calefacción y refrigeración, reducir la contaminación y avanzar hacia sus metas de descarbonización para 2050.
La necesidad de calefacción y refrigeración en Chile, impulsada por su variado clima, ha dependido tradicionalmente de sistemas individuales poco eficientes y contaminantes, como estufas de biomasa y combustibles fósiles.
Sin embargo, la adopción de sistemas de energía distrital está ofreciendo una solución sostenible y eficiente que se alinea con el ambicioso objetivo de descarbonización del país para 2050.
Con proyectos clave en marcha, Chile se posiciona como un líder en innovación energética sostenible, generando además oportunidades de inversión en el sector.
El desafío de Chile
Chile enfrenta un desafío único debido a sus diversas condiciones climáticas y geográficas, que se traducen en una alta demanda de calefacción y refrigeración.
Esta demanda ha sido cubierta principalmente por sistemas individuales que, además de ser ineficientes, contribuyen significativamente a la huella de carbono del país.
En 2018, el sector energético representó el 77% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) de Chile. Para enfrentar esta situación, el país ha establecido ambiciosas metas de descarbonización, incluyendo la neutralidad de carbono para 2050.
Energía Distrital: Una solución prometedora
Una de las soluciones más prometedoras es la energía distrital, un sistema que utiliza fuentes centralizadas para suministrar calefacción, refrigeración y agua caliente a varios edificios a través de redes subterráneas.
Estos sistemas pueden aprovechar fuentes de energía renovable, como la biomasa y la energía geotérmica, reduciendo considerablemente la dependencia de los combustibles fósiles y los sistemas individuales ineficientes.
La energía distrital no solo disminuye el consumo energético, sino que también combate la contaminación del aire, un problema serio en varias áreas urbanas del país.
La Política Energética 2050 de Chile aspira a conectar al menos 500.000 usuarios a redes de energía distrital para 2050.
El Ministerio de Energía ha identificado varios proyectos clave en ciudades como Santiago, Talca, Temuco, Coyhaique y Puerto Williams.
Algunos proyectos destacados incluyen:
- Proyecto Piloto Recoleta-Independencia: Ubicado en Santiago, este proyecto busca demostrar la viabilidad técnica y económica de la energía distrital, suministrando calefacción, refrigeración y agua caliente a hospitales, universidades y edificios municipales. Se espera que el proyecto reduzca emisiones por 3.750 tCO2eq/año.
- Plan Maestro de Talca: Este proyecto a gran escala cubrirá 813.000 m² con servicios de calefacción, refrigeración y agua caliente para edificios comerciales, públicos y residenciales. Se espera una reducción de 5.019 tCO2eq/año.
- Plan Maestro de Coyhaique: En una de las ciudades más contaminadas de Chile, este proyecto busca cubrir el 90% de la demanda térmica utilizando biomasa, reduciendo 18.684 tCO2eq/año y generando 274 empleos.
Apoyo Internacional
Chile también está aprovechando alianzas internacionales para avanzar en estos proyectos. Colaboraciones con organizaciones como el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) y Net Zero World (Gobierno de Estados Unidos) están ayudando a superar barreras locales y acelerar el desarrollo de la energía distrital.
A medida que Chile avanza con estas iniciativas de energía distrital, el impacto en la reducción de la contaminación y la descarbonización será significativo.
Estos proyectos no solo ayudan a alcanzar los objetivos climáticos nacionales, sino que también ofrecen interesantes oportunidades de inversión internacional, con una inversión proyectada total de US$1,17 mil millones y una reducción de 193.000 tCO2eq/año en toda la cartera.
Para los inversionistas interesados en el sector de la energía sostenible en Chile, la energía distrital presenta una oportunidad prometedora para contribuir a un futuro más limpio y eficiente.