Un estudio realizado por Digital Bank Latam arrojó que más de la mitad de las FinTech en Latinoamérica duran más de dos años, con algunas superando los 10, que más del 20% tiene presencia en más de tres países y que en muy pocas de ellas no hay presencia femenina.
Ya es un hecho que las empresas financieras tecnológicas (FinTech) llegaron para quedarse, algo que pasa tanto en Chile como en América Latina. Pero, ¿cuáles son sus principales características, cuánto tiempo duran, a cuánta gente emplean o cuántas incorporan a las mujeres en su funcionamiento?
Todas ellas son preguntas que Digital Bank Latam intenta responder a través de un estudio que realizó con 155 FinTech de 13 países de la región: Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, México, Bolivia, Uruguay, Panamá, Paraguay, Costa Rica,Venezuela y Nicaragua.
Entre las principales conclusiones que arroja el sondeo, es que este tipo de firmas innovadoras dentro de la industria financiera han ido elevando su tiempo de duración, han ido llegando a más países, han incorporado a más mujeres en sus operaciones y han incrementado la cantidad de personas que emplean.
Así, más del 35% declaró que tiene más de cinco años de existencia, donde incluso varias de ellas llegan a más de 10 años.
“Años atrás encontrábamos que muchas soluciones nacían, crecían y morían rápidamente porque no tenían la experiencia, el apoyo de los gobiernos o las salidas para poder vender, lo que es una de las etapas más importantes. Por eso tenían una duración corta, de uno o dos años, pero hoy duran más porque hay bancos que las apoyan y empresas que las están incorporando dentro de sus estrategias y otras que las ayudan con los procesos de salida y venta”, explica Patricio Silva, CEO de Digital Bank Latam.
En ese sentido, enfatiza que pasaron de ser vistas como amenazas a ser incorporadas dentro de la industria financiera tradicional.
El sondeo, además, constata que más del 22% de las FinTech consultadas declaró tener presencia en al menos tres países, donde algunas incluso indicaron estar operando en más de cinco mercados. En ese sentido, hay algunas que se han expandido o pretenden expandirse a Estados Unidos, Europa y Asia.
“Hoy muchas de ellas ya no están presentes en un solo país como era antes, sino que se están atreviendo a salir, a internacionalizarse. Se dan cuenta de que pueden llegar a varios mercados porque los procesos de transformación que requieren, en general, son muy similares en la industria financiera latinoamericana”, detalla Silva.
Otro ámbito que destaca el informe es que las FinTech de Chile y Latinoamérica pasaron de emplear mayoritariamente a cinco o seis personas, a que casi la mitad dé trabajo a entre 10 y 50 personas, donde algunas (7,7%) emplean a más de 50.
Silva indica que la cifra ha ido escalando debido a que las soluciones se han estado implementando en más de un banco a la vez, por lo que su capacidad tiene que ser cada vez más alta. Por lo tanto, precisa, están demandando una mayor cantidad de desarrolladores para emplear.
En ese contexto, también dan cuenta que este tipo de compañías han ido incorporando cada vez más a las mujeres dentro de su funcionamiento, ya que el 84% de las que fueron consultadas en el sondeo declararon emplear al menos una mujer.
“Una creciente cantidad de empresas está trabajando con mujeres. Y no son solamente niveles medios, sino que también ocupan cargos directivos. Por ejemplo, en Jooycar hay una CEO que dirige toda la empresa y le va bastante bien”, afirma Silva.
Añade que, en la vereda opuesta, han constatado que dentro de la gran industria financiera ha costado el proceso de incorporación de mujeres.
En paralelo, el estudio recoge los mayores retos que dicen tener las FinTech, donde los principales son ganarse la confianza de los clientes (34,2%), cómo consolidar una relación con la industria (30,3%), la regulación (21,3%), la tecnología (9,7%) y la seguridad de los datos (4,5%).
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Fuente: Pulso