En 2017, 50 proyectos internacionales se filmaron en el país, facturando unos US$ 35 millones, según cifras de Shoot in Chile.
Chile posee una amplia variedad de paisajes debido a su extensa geografía. Desde el desierto más árido del mundo hasta los iceberg, pasando por una capital moderna, zonas rurales y sitios históricos. Todo esto constituye un gran potencial para incentivar el rodaje de producciones audiovisuales.
En 2011 se creó la Film Commission, al alero del Consejo de la Cultura y Las Artes, que busca impulsar el sector en el marco de las economías creativas. En mayo de 2017 y en conjunto con Corfo, se implementó el Programa de Apoyo a Inversiones Audiovisuales de Alto Impacto, al que han postulado varios rodajes internacionales.
Se trata de un plan piloto que se extenderá hasta mayo de 2019 y que devuelve el 30% de los gastos calificados a las producciones internacionales -series de TV y películas- rodadas en Chile, cuya inversión supere los US$ 2 millones.
Asimismo, se están creando Comisiones Fílmicas en varias regiones del país. Hasta ahora hay convenios con más de nueve municipios “Film Friendly”, programa para facilitar la realización de producciones audiovisuales, y que está operativo en comunas de la Región de Atacama, y las municipalidades de Santiago, Providencia, Viña del Mar, Valparaíso, Concepción, Valdivia y Puerto Montt.
También existe un acuerdo con Aduanas que facilita el uso de vehículos y equipos para producciones de cine y publicidad sin pagar impuestos, lo que incentiva el rodaje internacional en el país. Hace solo algunos días se anunció que se trabaja en la ampliación de este acuerdo, con el objeto de extender el beneficio arancelario a alrededor de 60 artículos.
A fines del año pasado, el aclamado director Michel Gondry, creador de la película “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos” estuvo de paso por Santiago para la filmación de un spot publicitario. Necesitaba diversas locaciones en la ciudad y en la nieve para un anuncio de una marca automotriz, y junto a la productora chilena Goodgate decidieron filmar en el país.
Ese es uno de los 50 proyectos internacionales filmados en Chile durante 2017, y que en total, facturaron unos US$ 35 millones, cuenta el director ejecutivo de la marca sectorial de ProChile, Shoot in Chile, Pedro Pablo Cabrera.
Shoot in Chile pertenece a la Asociación de Productoras de Servicios de Producción Audiovisuales (APSP), que agrupa a 14 socios, y que promueve la inversión extranjera en este campo. Su director ejecutivo señala que el país se considera ordenado y seguro, “no sólo en términos de delincuencia, sino en leyes, banca y una serie de cosas que para los inversores internacionales son muy importantes”.
Entre las iniciativas que impulsa esta entidad, está “Within two hours” (alrededor de dos horas), con la cual buscan posicionar a distintas ciudades como locaciones estratégicas para filmar diferentes paisajes en poco tiempo.
“Por ejemplo, en San Pedro de Atacama, hay una diversidad enorme de locaciones, desierto, salares, lagunas altiplánicas, géisers, mar incluso. Al sur ni hablar, la zona de los ríos y los lagos, bosques, volcanes con nieve, y al sur glaciares y Patagonia. Destaca Santiago, porque reúne muchas características, modernidad (sobre todo para el mercado americano) y un downtown que tiene un look bastante europeo”, comenta Cabrera.
Hoy, las locaciones chilenas las demandan principalmente marcas de automóviles como Lamborghini, Mercedes, Toyota, Ferrari y otras que han llegado al país por la diversidad de escenarios que permiten distintos background de dónde anda el auto y además por el equipamiento tecnológico que sólo es comparable al de Colombia en Latinoamérica.
Un potencial que podría incrementarse. En general, explica Cabrera, las producciones extranjeras traen un equipo de unas diez personas y todo el resto lo contratan aquí: vestuaristas, maquilladores, camarógrafos o técnicos, además de servicios indirectos como catering, hotelería y transporte.
“Si tomamos en consideración lo que está pasando con la industria creativa en el mundo, que viene creciendo a ritmos muy fuertes por la gran demanda de contenidos y entretención, esta área de negocios representa una gran oportunidad de crecimiento para nuestra industria”, dice Cabrera, agregando que “Chile está sonando cada vez más, basta ver lo que pasó con el Oscar que nos puso en la vitrina mundial, convirtiéndolo en un hito muy importante para nuestra promoción”.
Pensando en la proyección de la industria en el mediano plazo, Cabrera apunta a la producción de largometrajes extranjeros en Chile, que serían un motor de inversión extranjera muy poderoso para nuestro país y el desarrollo de una exportación no tradicional de servicios creativos y talento nacional.
Para ello, dice que es crucial avanzar desde el recientemente creado “Programa Piloto de Apoyo a Inversiones Audiovisuales de Alto Impacto” (IFI) a una ley permanente en el tiempo, que esté sustentada en una estrategia, que facilite y motive a los productores internacionales a invertir en Chile. La experiencia de este modelo se ha implementado en otros países del mundo donde han sido muy exitosos. Solo basta observar lo que sucedió en Nueva Zelanda desde que se filmó “El Señor de los Anillos” en adelante. “Un país con características de locaciones muy parecidas a las nuestras y que transformó a ese país en uno de los principales centros de servicios de producción audiovisual en el mundo”, subraya Cabrera.
Desde una mirada más regional, el caso de éxito de Colombia es elocuente. Además, de tener un impacto positivo para la industria audiovisual, Cabrera dice que las filmaciones extranjeras aportan a la actividad del turismo, del transporte, de hotelería y de los servicios creativos, mediante la contratación de personal adicional y la capacitación.
Para saber más sobre las industrias creativas en Chile, revisa el siguiente artículo.
Fuente: Estrategia, Diario Financiero y Pulso