Con el respaldo de SIMEST y el apoyo de InvestChile, la firma italiana conectó sus dos primeras plantas solares en Chile y planea expandir su presencia con un portafolio de 15 proyectos PMGD, incorporando nuevas tecnologías para fortalecer la transición energética del país.
La empresa italiana Infrastrutture Spa, productora independiente de energía, ha concretado un paso clave en su ingreso al sector de energías renovables de Chile: la conexión de sus dos primeros proyectos solares bajo el régimen de Pequeños Medios de Generación Distribuida (PMGD).
Se trata de Ranguil, ubicado en la Región de O’Higgins y energizado el 25 de abril de 2025, y Falcón, emplazado en la Región Metropolitana, conectado el 29 de mayo de 2025. Ambos forman parte de un portafolio de 15 proyectos que se completarán progresivamente durante el año.
«Estamos llevando a cabo un importante despliegue de inversión, incorporando también tecnologías innovadoras para impulsar la transición energética. Contamos con la estabilidad y solidez que ofrece Chile, el compromiso de nuestro excelente equipo y el respaldo que hemos recibido hasta ahora de las instituciones», afirmó Pier Francesco Rimbotti, CEO de Infrastrutture Spa.
Además de estos avances, la compañía estudia nuevos planes de inversión que refuerzan su compromiso de largo plazo con la transición energética de Chile.
Los proyectos Ranguil y Falcón son plantas fotovoltaicas de 3 MW cada una, ubicadas en las comunas de Lolol y María Pinto, respectivamente.
Los 13 proyectos restantes están distribuidos entre el norte y el sur del país, fortaleciendo el suministro energético regional y fomentando la generación descentralizada.
La cartera completa contempla una capacidad instalada de 45 MW, con una generación anual estimada en 94.000 MWh.
Según la empresa, esta energía limpia permitirá evitar la emisión de más de 36.600 toneladas de CO₂ al año, lo que equivale a retirar cerca de 8.000 vehículos a gasolina de circulación.
Actualmente, siete de los proyectos están en fase de construcción simultánea, lo que refleja una coordinación de alto nivel entre los equipos de Infrastrutture en Chile e Italia.
El portafolio es financiado por SIMEST, banco de desarrollo propiedad del Estado italiano, que promueve la internacionalización de empresas italianas, demostrando la confianza institucional de Italia en la estabilidad regulatoria del sector energético chileno.
Durante los próximos meses se lanzarán nuevas obras, con operaciones programadas dentro de 2025.
Chile se consolida como un destino estratégico para la inversión en energías renovables en Sudamérica, gracias a un marco regulatorio estable, certeza jurídica y metas claras de largo plazo, como la carbononeutralidad para 2050.
A ello se suman recursos naturales abundantes —como el sol y el viento— y un mercado eléctrico liberalizado con estructuras bien definidas.
Estos factores permiten a Infrastrutture y otras compañías escalar su participación en el país, tanto desde lo industrial como desde la innovación.
Además de su enfoque actual en solar fotovoltaico y eólica, Infrastrutture proyecta diversificar su presencia tecnológica en Chile mediante la incorporación de soluciones como almacenamiento energético a gran escala (BESS), agrivoltaicos, e incluso tecnologías solares térmicas para abastecer procesos industriales.
Estas áreas se alinean con la experiencia de la compañía en Europa y buscan contribuir a la descarbonización de la manufactura local.
Desde su planificación inicial hasta la ejecución de proyectos, Infrastrutture ha contado con el apoyo de InvestChile, tanto desde su oficina en Roma como desde Santiago.
Además, ha mantenido una comunicación fluida con la Delegación de la Unión Europea en Santiago, la Embajada de Italia, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia y diversas asociaciones del sector de renovables.
La visión de Infrastrutture trasciende la generación de energía. La empresa busca convertirse en un inversionista industrial confiable y de largo plazo, con foco en alianzas con universidades, centros de investigación y comunidades locales.
Esta estrategia permitirá ampliar las sinergias entre Italia y Chile, robustecer una matriz energética descentralizada y autónoma, reducir gradualmente los costos eléctricos para los usuarios y contribuir directamente al cumplimiento de las metas climáticas del país.
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