Apoyo financiero, contactos, incentivos y relaciones internacionales son algunos de los beneficios experimentados por startups nacionales al ser apoyadas por estas entidades que muestran cada día más interés por invertir en nuevos proyectos en la región.
Más allá de las operaciones recientes protagonizadas por Uber, NotCo, Betterfly y Fintual, uno de los desafíos más importantes para las startups chilenas sigue siendo conseguir financiamiento para consolidarse, escalar e internacionalizarse. Un aspecto en que los inversionistas de riesgo y las aceleradoras son fundamentales.
Al respecto, el cofundador y CEO de Houm, Benjamín Labra, sostiene que uno de los principales beneficios que han percibido del apoyo de fondos y aceleradoras son las conexiones y conocimientos que les han entregado: “Te conectan con una red internacional, con casos de otras empresas y startups exitosas; es directamente donde está el conocimiento y cómo poder replicarlo”.
Esta startup, que facilita a las personas alquilar, comprar, vender y administrar propiedades, ha experimentado en carne propia los frutos de estas relaciones: hace unas semanas cerró una ronda de financiamiento por US$ 8 millones, tras finalizar su participación en el programa YCombinator W21, inversión en la que participaron fondos como Goodwater Ventures, One VC, Vast VC, Liquid2 y Myelin. A la fecha, ha levantado US$ 10,2 millones.
Para Labra, el potencial chileno es enorme. “Creo que no hay un mejor momento en la historia de Chile y Latinoamérica para emprender; los fondos de venture capital están mirando a la región y el apetito por el riesgo es realmente gigantesco, eso hay que aprovecharlo. El nivel de talento y capacidades que hay localmente es enorme y exportable: podemos competir a la par con cualquier país del mundo y tenemos que convencernos de eso, porque esta es la oportunidad”.
En este sentido, el fundador y CEO de Compara Online, Sebastián Valin, afirma que el ecosistema latinoamericano está en crecimiento y consolidación. “Si bien no está tan consolidado como el de EE.UU. o Brasil, tenemos una red creada, lo que genera incentivos para emprender. No estar tan consolidado también genera más oportunidades para innovar y crecer”, dice.
Compara Online, startup que permite cotizar en línea productos financieros, ha llevado a cabo sus rondas de financiamiento con los fondos Kaszek, Ribbit y Bamboo Capital. En paralelo, ha tenido otros inversionistas, como Endeavor Catalyst, Simon Nixon y Rise Capital. Ha levantado US$ 30 millones.
Para Valin, “Chile ha avanzado mucho, hoy somos capaces de competir al mismo nivel con cualquier país de Latinoamérica. Comparado con otros países de Sudamérica, todavía tiene menor burocracia, tasas de interés más bajas y programas de innovación muy expresivos, como Start-Up Chile. O sea, el ecosistema de Chile es más sano”, postula.
Poliglota, startup para aprender idiomas, este año tuvo una ronda estratégica US$ 2,5 millones en que fue valorizada en US$ 50 millones. Entre los fondos que invirtieron estuvieron YCombinator, Clin, LQ2, Invexor, Investo México y Zynga Founders.
“Este es un gran hito para nosotros. Ahora esperamos crecer para seguir ofreciendo nuestros servicios a millones de personas y convertirnos en el primer unicornio edtech de Sudamérica”, dice su fundador y CEO, Carlos Aravena. Y agrega: “Estar en YCombinator es como quedar en Harvard, algunas de las startups más famosas han salido de ahí, como Airbnb, Rappi y Dropbox. Nosotros tenemos un servicio que impacta a las personas y el objetivo de estar en este programa es que llegue a millones de nuevos estudiantes. Un fondo busca exponencialidad, para que esa startup pueda seguir el camino de ser adquirida por otra compañía a una gran valorización o conseguir salir a la Bolsa y convertirse en un unicornio”.
En este sentido, Sergio Nouvel, CEO de Get On Board, startup chilena que conecta empleos con talentos digitales, sostiene que “los fondos buscan una historia sólida de crecimiento futuro y los factores que influyen son el modelo de negocios, el equipo, cuánto llevas de progreso y el avance, entre otros. Por mucho que se llame capital de riesgo, los fondos tratan de reducir el riesgo lo más que puedan”.
Actualmente, Get On Board es la plataforma de reclutamiento de tecnología de la información más grande de Latinoamérica y cuenta con el respaldo de la aceleradora 500 Startups San Francisco que, sumado a inversores como Fen Ventures y Angel Ventures, le han permitido captar más de US$ 600 mil.
“Más allá de que un inversionista mire o no a una startup, esta tiene que ser un negocio que tenga la posibilidad de convertirse en algo grande y creo que es tarea de los fundadores alinear todas las piezas”, plantea Nouvel.
Hernán Kazah, socio gerente y cofundador de Kaszek Ventures y cofundador de Mercado Libre, visualiza el ecosistema de tecnología latinoamericano como cada vez más evolucionado y creciente. “Aumentó el número de usuarios conectados, los casos de usos posibles, la cantidad de emprendedores creando compañías y el número de inversores buscando oportunidades. En este sentido, Chile no fue una excepción”, sostiene.
Kaszek Ventures es uno de los fondos de capital de riesgo más importantes de Latinoamérica, con más de US$2 mil millones de capital recaudado. ¿Qué miran en una startup? Según Kazah, la calidad del equipo fundador y la claridad que haya respecto de lo que quieren construir: “El compromiso con la idea y la capacidad de poder seducir a otros para que se sumen a las compañías, sean futuros miembros del equipo, inversores, clientes o proveedores es lo que se necesita para construir una compañía exitosa”, explica.
En esa línea, Federico Antoni, socio de ALLVP, otro fondo de venture capital líder de Latinoamérica, explica que el foco de la compañía es de invertir en futuros unicornios. “No quiere decir que todo emprendedor deba buscar ser un unicornio; simplemente, quiere decir que algunos fondos, como ALLVP, buscamos unicornios y necesitamos fundadores que tengan una visión clara de cómo serán una gran empresa”, agrega.
Este fondo, además de financiamiento, busca brindar ayuda desde otros frentes: “Apoyamos desde nuestro network y hemos ayudado a empresas chilenas a lanzarse en México, como hicimos con Cornershop, Cumplo y Fintual”, afirma.
Antoni considera que los sectores más atractivos para invertir hoy son fintech, e-commerce y logística. “Un poco atrás están los sectores emergentes que nos interesa mucho apoyar, como salud y educación. Ahí claramente la aplicación de nuevas tecnologías les da un potencial gigantesco”, postula.
Por su parte, René Lomelí, socio de 500 Startups San Francisco, fondo de riesgo en etapa inicial y acelerador líder en la región, explica que ponen atención principalmente a los equipos: “Lo importante es que sean multidisciplinarios y ataquen una oportunidad lo suficientemente interesante como para que, en el negocio de venture capital, nosotros podamos hacer retornos”.
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Fuente: El Mercurio