La minera canadiense avanza con una estrategia integral de exploración para transformar objetivos tempranos en depósitos económicamente viables en Chile.
Montero Mining & Exploration refuerza su presencia en Chile con más de 203 km² en concesiones de cobre-molibdeno en Atacama y nuevos proyectos de oro en Maricunga.
Su enfoque combina experiencia global, tecnologías avanzadas y equipos locales altamente especializados para acelerar descubrimientos y generar valor sostenible para los inversionistas.
Para Montero, el valor se crea desde la exploración. Su CEO, Dr. Tony Harwood, resume así la esencia del negocio: «Montero crea valor para los accionistas al descubrir y avanzar depósitos minerales hasta convertirlos en minas en producción».
El ejecutivo destaca que este proceso se basa en combinar trabajo en terreno, tecnología y juicio experto: «Combinamos trabajo directo en terreno, tecnología moderna y criterio experto para avanzar prospectos subexplorados de manera eficiente».
Una estrategia diseñada para transformar objetivos tempranos en depósitos económicamente viables.
La compañía cuenta con un portafolio de éxitos globales. Harwood recuerda que «Montero convirtió el depósito de tierras raras Wigu Hill en Tanzania de una simple ocurrencia mineral a un recurso desarrollado».
Además, su directorio incorpora décadas de liderazgo en descubrimientos internacionales:
«Juntos, tenemos la experiencia para transformar prospectos en minas», asegura Harwood.
Chile es un pilar de la estrategia global de Montero. Según Harwood, «Chile es una de las principales jurisdicciones mineras del mundo y un gran productor de cobre, oro y metales para baterías».
A pesar del desarrollo histórico del país, el CEO subraya una gran oportunidad: «Aún existen grandes áreas subexploradas que poseen un potencial significativo».
Montero ya controla más de 203 km² en concesiones de cobre-molibdeno en la Región de Atacama y ha obtenido dos concesiones auríferas en Maricunga, una de las zonas más prolíficas en oro del país.
La compañía integra metodologías tradicionales y herramientas avanzadas para acelerar descubrimientos.
Harwood detalla que «en Chile, nuestros equipos realizan mapeo y muestreo geoquímico, mientras aplicamos teledetección, geofísica e interpretación geológica impulsada por IA».
Este enfoque integrado, explica, permite «identificar objetivos de alto potencial y desarrollar proyectos de forma rápida y eficiente».
El modelo ya se aplica en Avispa, un proyecto minero de cobre y molibdeno ubicado en el Desierto de Atacama, norte de Chile, y se extenderá a nuevas propiedades de exploración.
Montero entiende que la exploración es multidimensional. Harwood afirma: «El éxito en Chile vendrá de combinar experiencia técnica, exploración disciplinada, fuerte relacionamiento local y la investigación de múltiples proyectos».
También señala que aplican aprendizajes de operaciones en «Tanzania, Australia, Canadá, México, DRC y Pakistán».
¿La clave?: «Por encima de todo, una gestión cuidadosa de los proyectos es clave para convertir objetivos prometedores en grandes descubrimientos minerales».
La empresa destaca que su equipo geológico y administrativo está basado en Chile, lo que garantiza cercanía, conocimiento del territorio y capacidad operativa.
Además, su directorio y alta gerencia aportan experiencia en metales preciosos, metales base y metales críticos para la transición energética
«Mediante una gestión cuidadosa de los costes, la realización de estudios técnicos creíbles y el desarrollo sistemático y disciplinado de los proyectos, transformamos los objetivos de exploración en yacimientos económicamente viables, generando valor a largo plazo para nuestros inversores», resume Harwood.
Con una combinación de conocimiento global, operaciones locales y tecnologías emergentes, Montero avanza con paso firme para posicionarse como un actor relevante en la búsqueda de nuevos recursos en Chile.
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