De acuerdo el informe, el repunte general fue impulsado principalmente por un puñado de economías europeas que a menudo actúan como intermediarios para la IED destinada a otras naciones, como Luxemburgo y los Países Bajos.
La inversión extranjera directa (IED) mundial desafió las expectativas iniciales para 2023, creciendo un 3% y terminando el año con una cifra estimada de US$ 1.370 billones, según el último Global Monitor de Tendencias Mundiales de Inversión de la UNCTAD. De acuerdo el informe, el repunte general fue impulsado principalmente por un puñado de economías europeas que a menudo actúan como intermediarios para la IED destinada a otras naciones, como Luxemburgo y los Países Bajos.
De este modo, al excluir dichas economías de tránsito, los flujos mundiales de IED muestran un pronunciado descenso del 18% en 2023. El resto de la Unión Europea registró un pronunciado descenso del 23% y Estados Unidos, el principal receptor mundial de IED, una caída del 3%.
La UNCTAD subrayó que existe un descenso preocupante de los anuncios de proyectos de inversión internacional el año pasado, especialmente en financiación de proyectos y fusiones y adquisiciones, que disminuyeron un 21% y un 16%, respectivamente. Mientras tanto, los anuncios de proyectos totalmente nuevos disminuyeron un 6% en número, pero aumentaron un 6% en valor, impulsados en parte por el sector manufacturero.
Mirando al futuro, el informe afirma que "parece posible un modesto aumento de los flujos de IED en 2024", citando la estabilización de la inflación y de los costes de endeudamiento en los principales mercados. Pero advierte que persisten riesgos significativos, como las tensiones geopolíticas, el creciente endeudamiento de muchos países y la preocupación por una mayor fragmentación económica mundial.
El panorama general de la IED para los países en desarrollo en 2023 reveló un descenso del 9%, hasta US$ 841.000 millones. Los países en desarrollo de Asia evidenciaron el peor descenso, del 12%.
China registró un inusual descenso del 6% en las entradas de IED, pero mostró un crecimiento del 8% en los anuncios de nuevos proyectos de inversión. India, otro gigante regional, registró un descenso del 47% en las entradas de IED, pero se mantuvo entre los cinco principales destinos mundiales de nuevos proyectos.
La Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN), tradicionalmente un motor de crecimiento de la IED, registró un descenso del 16%. Sin embargo, la región siguió siendo atractiva para las inversiones manufactureras, con un notable aumento del 37% en los anuncios de nuevos proyectos en países como Vietnam, Tailandia, Indonesia, Malasia, Filipinas y Camboya.
Por el contrario, los flujos de IED descendieron un modesto 1% en África y se mantuvieron estables en América Latina y el Caribe, gracias en parte a los aumentos en Centroamérica y al crecimiento del 21% en México, la segunda economía de la región.