Se trata de la adquisición del 50% del proyecto fotovoltaico Santa Isabel, previamente en manos de SunPower, con una inversión total de US$200 millones.
De la mano del proyecto Santa Isabel -planta de energía solar fotovoltaica con una capacidad de 190 MW- , la firma francesa Total Eren, filial del grupo Total, oficializó su ingreso al mercado chileno.
Se trata de la adquisición del 50%, previamente en manos de SunPower, con una inversión total de US$200 millones, cuya construcción acaba de comenzar y su puesta en servicio está prevista para el cuarto trimestre de 2020.
Según cuenta el vicepresidente de desarrollo de negocio de Total Eren para el continente, Martin Rocher, la empresa ha identificado un potencial importante para el desarrollo de proyectos renovables en el país, por lo que están apuntando a un negocio a largo plazo.
De hecho, ya se encuentran trabajando en una extensión del proyecto Santa Isabel, la cual incluso puede iniciar su construcción en 2020, lo que va a depender del cierre de contratos de ventas de energía que ya se encontrarían en etapas avanzadas.
“Creemos que las condiciones de financiamiento en Chile siguen siendo muy buenas, en poco tiempo buscamos poder cerrar este tema, levantar deuda adicional, para construir la extensión de Santa Isabel. Ambas etapas representan 800 GWh por año de energía adicional. Es energía limpia, confiable, que podemos ofrecer a clientes en un tiempo definido, porque la fase uno puede encontrar en 202o y la siguiente el 2021”, señala Rocher.
El ejecutivo explica que pese a la contingencia, los fundamentos para invertir en Chile no han cambiado, y si bien reconocen un impacto en el corto y mediano plazo, siguen interesados en el desarrollo y en la operación de proyectos.
El objetivo de la empresa es seguir creciendo de manera inorgánica. “En Chile hay proyectos en el mercado que ya tienen un cierto grado de desarrollo, hay un portafolio de iniciativas solares y eólicas. Lo mejor para nosotros es entrar en proyectos que tienen un grado de desarrollo, pero finalizar e intervenir suficientemente temprano para optimizar el diseño”, apunta Rocher.
Junto con esto, el objetivo de la empresa es competir por varios contratos de clientes libres que se renuevan en 2021 y 2022, con la mirada puesta, además, en la mayor necesidad de energía requerida con la salida de centrales a carbón.
“Además del crecimiento de la torta, esta cambia de naturaleza, por lo que hay dos efectos que se acumulan, lo que puede apresurar nuestra inversión. Por eso queríamos estar presentes y entrar lo antes posible”, remata Rocher.
Para saber más sobre oportunidades de inversión en energía en Chile, revisa el siguiente artículo.
Fuente: Total Media y El Mercurio
