Dado el gran potencial que tienen los flujos de IED desde China, es importante continuar la labor en conjunto entre las distintas instituciones chilenas y chinas, públicas y privadas, para seguir identificando las oportunidades y desafíos, facilitando así la llegada a Chile de más inversiones chinas.
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China es el primer socio comercial de Chile, y ese mismo auge se está reflejando también en la inversión china de los últimos años. Sin embargo, todavía existen algunos limitantes para aumentar aún más la inversión extranjera directa (IED) de China en el país.
En primer lugar, los modelos de negocios son muy distintos. En China, el gobierno tiene un rol más participativo en el sector privado.
En cambio, en Chile todo funciona a través de licitaciones públicas o negociaciones entre privados, por lo que las empresas chinas aún están aprendiendo a operar en un entorno que no les resulta familiar.
En infraestructura, por ejemplo, las compañías chinas suelen tener más experiencia como contratistas para proyectos EPC (Ingeniería, Compras y Construcción), y solo en los últimos años se observa una tendencia a pasar de contratistas a inversionistas.
En otras palabras, están aprendiendo a funcionar para ser parte del modelo de concesiones de Chile. También está el caso de las empresas estatales chinas, acostumbradas a hacer negocios con contratos vinculados a un gobierno, cosa que en Chile no funciona así.
En segundo lugar, en Chile para establecer un proyecto grande se requieren distintos permisos y aprobaciones. Esto resulta todavía difícil de "navegar" para las compañías chinas, que en muchos casos prefieren invertir a través de la adquisición de un proyecto o de una empresa directamente, en una vez de desarrollarlos desde sus inicios (greenfield).
En tercer lugar, todavía existe una falta de información importante de los inversionistas chinos sobre Chile. Aunque en los últimos años este desconocimiento ha disminuido, las empresas chinas aún necesitan informarse más -y de manera permanente- sobre las oportunidades específicas que ofrecen el país, así como sobre proyectos concretos que podrían desarrollar acá.
Finalmente, también se debe considerar que el Estado chino promueve y apoya la inversión china en ultramar, sobre todo en los sectores de infraestructura, alta tecnología, manufacturas avanzadas, centros I+D, energía, agricultura y servicios. Sin embargo, pone restricciones a inversiones en las áreas inmobiliarias, hoteles, cines, entretenimientos, clubs deportivos, etc. Además, para poder invertir afuera, en general las empresas requieren de una serie de aprobaciones y registros ante el gobierno chino.
Me parece clave tender puentes con las empresas chinas, y generar lazos de confianza que realizar entregar orientaciones especializadas para reducir la brecha más importante que nos separa, y que no tiene mucho que ver con la distancia, sino con la información disponible. Dado el gran potencial que tienen los flujos de IED desde China, es importante continuar la labor en conjunto entre las distintas instituciones chilenas y chinas, públicas y privadas, para seguir identificando las oportunidades y desafíos, facilitando así la llegada a Chile de más inversiones chinas en los distintos sectores productivos de Chile.
Para saber más sobre la inversión china en Chile, revisa el siguiente artículo.
Fuente: Diario Financiero
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